Los usuarios destinatarios de nuestra intervención son
personas que padecen enfermedad mental crónica, en concreto esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad universal que no
depende de la cultura, ni del sexo, ni de las condiciones meteorológicas de
cada lugar del planeta. Aproximadamente uno de cada 100 individuos sufre esta
enfermedad, viva donde viva y sea de la condición que sea.
Se desconoce la causa exacta, pero se sabe que no es una causa única sino la suma de múltiples circunstancias. Al parecer, existen algunos genes cuya información está dañada o es errónea, por lo que la función del cerebro que depende de esa información no se realiza correctamente. Se sospecha también de algunas circunstancias que ocurren durante la vida fetal del paciente. Éstas pueden contribuir a que aparezca la enfermedad cuando el individuo es mayor. Todas estas circunstancias favorecen que le cerebro de los pacientes sea más sensible a las situaciones agobiantes y que, a partir de cierta edad, el estrés se comporte como el detonante de la enfermedad.
Los síntomas que provoca afectan a la forma de pensar, sentir y actuar, y son de tres tipos:
- Síntomas “positivos”: alucinaciones (ver, oír, oler o saborear cosas que no existen) y delirios (pueden adquirir muchas formas, como persecutorios, telepáticos, religiosos etc.)
- Síntomas negativos: como son la escasa motivación o emoción, aislamiento social, cambio en el patrón del sueño, falta de concentración y conducta insociable.
- Síntomas “cognitivos”: como pensamientos desorganizados e incapacidad para terminar una frase.
Las personas pueden tener diferentes combinaciones de
síntomas positivos, negativos y cognitivos.
El tratamiento de la esquizofrenia puede ser de tres
tipos:
- Medicinas
que intentan reponer el equilibrio alterado en la química desajustada del
cerebro y evitar en la medida de lo posible el apagamiento progresivo del
carácter del paciente.
- Terapia
(psicoterapia) que ayude al paciente a soportar mejor el estrés del entorno en
el que vive, a comprender su enfermedad y las razones para seguir un
tratamiento y evitar tomar sustancias que pueden poner en peligro su equilibrio
interior.
- Programa
de rehabilitación que capacite al paciente para desenvolverse en un medio
social, a planificar mejor su tiempo y desempeñar un oficio que interrumpió o
no llegó a ejercer porque la enfermedad se interpuso en su camino.
Las personas con esquizofrenia tendrán días buenos y malos
y a veces se sentirán desanimadas e incluso desesperadas, pero un tratamiento
adecuado les ayudará a estabilizar los síntomas así como a tener una vida
productiva y plena.
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